El Programa Nacional de Alimentación Escolar Comunitaria Wasi Mikuna (Comida de Casa) del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), inició la prestación del servicio alimentario en 17 Educunas con cuidado diurno, beneficiando a más de 500 niñas y niños de 12 a 36 meses de edad de la región Piura.
Entre ellas, 13 Educunas, implementadas por el Ministerio de Educación, están ubicadas en los distritos de Castilla, La Unión, La Huaca, Paita, Ignacio Escudero, Miguel Checa, Salitral, Querecotillo, Sullana y Pariñas, lugares donde se inició el servicio con la preparación de los alimentos, a través de la contratación de profesionales de cocina; mientras que en las cuatro restantes se continua con la modalidad de canastas.
La alimentación proporcionada cumple con los requerimientos nutricionales de los infantes, que incluyen alimentos frescos, frutas, verduras, carnes, menestras y cereales distribuidos en tres raciones diarias (refrigerio de media mañana, almuerzo y refrigerio de media tarde).
Además, se destaca el arroz fortificado como un aliado valioso para prevenir la anemia y proporcionar la energía necesaria para que los niños desarrollen actividades de juego y aprendizaje, durante las 8 horas diarias que permanecen en Educuna.
En este marco, el jefe de la Unidad Territorial de Piura, Yoshio Granda Távara, supervisó la provisión del servicio alimentario en la Educuna Divino Niño, ubicada en el asentamiento humano El Indio, en el distrito de Castilla, donde asisten 24 niñas y niños.
Durante la visita inopinada, se verificó las condiciones de preparación, servido y consumo de los alimentos, observándose el adecuado uso de buenas prácticas de manipulación y almacenamiento. Igualmente, se revisó la documentación que acredita la experiencia y capacitación del personal que prepara los alimentos.
Educunas está dirigido preferentemente a niños y niñas de madres solteras y adolescentes y jefas de hogar en condición de pobreza o pobreza extrema, para que puedan trabajar con tranquilidad y confianza.
Esta decisión fue resultado del trabajo articulado entre el equipo técnico del programa y las autoridades locales, quienes participaron en una demostración práctica donde se explicó el valor nutricional de los productos entregados. Uno de los acuerdos clave fue el cambio de la marca de arroz fortificado por una opción que garantice una mejor cocción y mayor aceptación entre los beneficiarios.